[David Trujillo]: En el episodio anterior…
[Carolina Pizano]: Ahí sí ya todo se derrumbó. Mi mamá daba gritos. La tuvieron que sedar. Es que la vida se parte en dos y yo creo que se parte en mil.
[Juanita Pizano]: Y yo no lo podía creer. El peor momento de nuestras vidas, ¿qué significa esto? O sea, mi mamá sólo gritaba, o sea, obviamente como una loca. Le tuvieron que poner unos calmantes. Todo era un absoluto y total caos.
[David]: Alejandro Pizano murió después de tomar el líquido de una botella que encontró en el escritorio de su papá. La necropsia reveló que se intoxicó con cianuro.
Pero lo más extraño de todo era que su papá, Jorge Enrique Pizano, había muerto tres días antes en esa misma casa por una supuesta falla cardíaca.
[Juanita]: El hecho es que la muerte de mi papá ya no era natural, o sea, ya por lo menos existía la pregunta de ¿qué fue lo que le pasó al papá? No pudo ser natural, porque es que ¿quién puso eso ahí? O sea, todo empezó a tornarse un poco oscuro.
[David]: Sobre todo porque, durante varios años, Jorge Enrique había recogido pruebas de las irregularidades que inundaban al segundo tramo de la Ruta del Sol, uno de los proyectos de infraestructura más grandes de Colombia… una megaobra en la que estaba involucrada la multinacional brasileña Odebrecht.
Este episodio empieza con una escena que sucede tres años antes de esas dos trágicas muertes. Es un día de agosto de 2015. Estamos en una oficina en Bogotá. Hay dos personajes. Podemos imaginarnos que están sentados, que hay un escritorio, que están cara a cara. Uno es Jorge Enrique y el otro es Néstor Humberto Martínez, el asesor jurídico del Grupo Aval, el conglomerado empresarial para el que ambos trabajan.
Jorge Enrique ha llegado a esta oficina con muchos papeles, documentos, pruebas importantes que necesita mostrarle a Martínez. Ambos ya se conocen de antes: sus hijos estudiaron en el mismo colegio y han sido mejores amigos desde niños. Jorge Enrique quiere hablar con Martínez para mostrarle las irregularidades que lleva registrando durante varios años y que le entregue esa información al dueño del conglomerado, Luis Carlos Sarmiento Angulo, uno de los hombres más ricos de Colombia.
Martínez intuye por qué están ahí.
El diálogo que están a punto de tener, las frases que van a decir… esas no se las tienen que imaginar. Jorge Enrique, acostumbrado a los desplantes de sus jefes, de otros altos funcionarios de la compañía, esta vez, decide grabar la conversación a escondidas con su iPad para tener un respaldo de esa reunión.
Entonces, el diálogo empieza así: Martínez le dice a Jorge Enrique que ellos ya saben que está pasando algo sospechoso, que ya tomaron decisiones y de entrada le da una instrucción. Este es Martínez:
[Néstor Humberto Martínez]: Vea, nosotros estamos haciendo una investigación ni la hijueputa. O sea, usted… porque yo lo veo a usted en estado de ansiedad, ¿qué hago?
[Jorge Enrique Pizano]: No, no
[Néstor Humberto]: Entonces Sarmiento me manda a decir: nada.
[Jorge Enrique]: Bueno. Porque es que…
[Néstor Humberto]:Nada.
[Néstor Humberto]: Pero si sabe de algo…
[Jorge Enrique]: Claro.
[Néstor Humberto]: Prenda las alarmas. Y la vía es esta vía…
[Jorge Enrique]: Ah, bueno.
[Néstor Humberto]: Porque, jueputa, allá están berracos con lo que pasó hace tres años, que usted prendió las hijueputas alarmas, y nadie le puso cuidado.
[David]: O sea, según Martínez, Sarmiento – el dueño del Grupo Aval– ya sabe de las irregularidades, están investigando y básicamente Jorge Enrique no debe hacer nada más. Martínez le dice que, de ahora en adelante, toda la información se la entregue directamente a él, porque sabe muy bien que sus jefes lo vienen ignorando desde hace años. Martínez asegura que él no va a minimizar esas alarmas, sobre todo porque la situación había cambiado hacía poco.
Y es que dos meses antes habían capturado a Marcelo Odebrecht en Brasil. Aunque en ese momento no era el escándalo internacional en el que se convirtió, Martínez le confiesa a Jorge Enrique que ya están sospechando que la corrupción de Odebrecht había llegado a Colombia… a la Ruta del Sol II, el megaproyecto de infraestructura que estaban construyendo.
Esto es lo que dice:
[Néstor Humberto]: Entonces ahora estamos en un problema y es que no sabemos cómo… en qué estamos metidos. No sabemos si es que le están dando plata a los paramilitares.
[Jorge Enrique]: Sí, también.
[Néstor Humberto]: Si hay, si hay corrupción, se la están robando ellos de hijueputas ladrones. No sa… Venga le digo todas las hipótesis que estamos trabajando: no sabemos si estos hijueputas están pagando coimas desde aquí para gobiernos extranjeros y no sabemos si están pagando coimas aquí en el gobierno colombiano.
[David]: Coimas, o sea, sobornos.
Jorge Enrique continúa haciendo una comparación.
[Jorge Enrique]: Excúseme que diga que es… Excúseme la analogía, es como una milhoja.
[David]: Una milhoja a la que le va descubriendo una nueva capa. Cada una más impactante que la anterior.
Arranca, entonces, con un primer ejemplo: un contrato hecho con documentos sospechosos, con firmas falsas, además de un representante legal que fue investigado por nexos con paramilitares. Con eso, el consorcio que estaba construyendo la Ruta el Sol II le dio más de 300 mil dólares al cambio de la época a una empresa que parece de papel.
Martínez, quien no parece conocer este hallazgo, queda sorprendido.
[Néstor Humberto]: Estos son unos pícaros, marica.
[Jorge Enrique]: Entonces… Pero eso es por allá abajo. Yo te estoy hablan… Estamos hablando de la milhoja.
[Néstor Humberto]: Sí, mire. De todo. Se putió esta compañía. Esta compañía se putió, hermano.
[David]: Jorge Enrique le dice que le va a entregar esos documentos y Martínez le responde que se los va a mostrar a su jefe en las próximas horas.
[Néstor Humberto]: Sí, que a las 11 pues…
[Jorge Enrique]: Claro, entonces…
[Néstor Humberto]: … estará Sarmiento viéndolos.
[David]: Pero la reunión no termina ahí. Jorge Enrique tiene mucho más y le muestra varios papeles.
[Jorge Enrique]: Aquí te traje el consolidado que tengo: agosto 4… de todos los contratos, ¿sí?
[David]: Se trata de un compilado de contratos sospechosos que ha venido recogiendo y que suman una cifra de dinero altísima.
[Jorge Enrique]: …y todas las agrupaciones que suman 24 mil millones de pesos.
[David]: Unos 8 millones de dólares al cambio de la época… Martínez suena desconcertado. Intenta confirmar lo que acaba de escuchar.
[Néstor Humberto]: ¿Pero esto qué es?
[Jorge Enrique]: Esos son los contratos chimbos.
[Néstor Humberto]: ¿Raros?
[Jorge Enrique]: Sí, los raros. ¿Sí?
[David]: Y, por si fuera poco, Jorge Enrique le cuenta que sabe de otro grupo de contratos raros que suman unos 12 millones de dólares al cambio de la época.
[Néstor Humberto]: ¡Ah, pero esto no los tiene Sarmiento, papito!
[Jorge Enrique]: No, eso fue lo que te decía yo.
[David]: Y pongan atención a este momento de la escena:
De todo ese montón de documentos, Jorge Enrique le muestra un contrato particular que ya había reportado dos años antes… y que, además, involucra a una entidad pública. En él, según le explica Jorge Enrique, pareciera que le dieron plata a una empresa falsa para hacer lobby y modificar el contrato original de la Ruta del Sol II, y así beneficiar al consorcio del Grupo Aval y Odebrecht.
Martínez vuelve a sorprenderse. Quiere ver con sus propios ojos ese documento.
[Néstor Humberto]: ¿Dónde dice esa mierda, marica?
[Jorge Enrique]: A ver…
[David]: Jorge Enrique lee lo que dice literalmente el contrato, el servicio por el que pagaron:
[Jorge Enrique]: Mira: actividades complementarias que se requieran para la modificación del contrato de concesión se resume…
[Néstor Humberto]: Que fue el que modificaron… O sea.
[David]: Es decir, pagaron para ajustar el contrato.
Martínez parece entenderlo.
[Néstor Humberto]: Jijijiji sí, sí sí.
[Jorge Enrique]: Unas huevas.
[Néstor Humberto]: Sí, sí, sí, hijueputa.
[David]: Y Martínez dice explícitamente lo que significa ese contrato.
[Néstor Humberto]: Esto es una coima, marica. ¿Cuánto vale esto?
[David]: Jorge Enrique menciona la cifra: casi 448 mil dólares al cambio de la época.
Entonces, para que se entienda: en ese momento pareciera que los dos intuyen, con los documentos que están ahí, que el consorcio que construye la Ruta del Sol II pagó un posible soborno para que el Estado aprobara un tramo adicional a la vía y les encargaran a ellos esa obra.
Y ahí los dos dicen conocer desde hace años a las personas involucradas en ese soborno. Martínez los nombra.
[Néstor Humberto]: ¿Y este es Villegas?
[Jorge Enrique]: Ese es Villegas.
[Néstor Humberto]: Ah, no, ese es un ladrón, ese es un ladrón.
[Jorge Enrique]: El otro que vi yo…
[Néstor Humberto]: Ese es un ladrón.
[Jorge Enrique]: …que conozco hace 20 años, es Federico Gaviria.
[Néstor Humberto]: Ese es otro ladrón.
[Jorge Enrique]: Y allá estaba.
[Néstor Humberto]: No, maestro. Estos tipos cayeron en manos del lumpen. Yo sí, como ya tengo tantos años, yo soy un profesional.
[Jorge Enrique]: No, es que yo me volví…
[Néstor Humberto]: Yo me conozco a toda esta gente.
[David]: “Yo me conozco a toda esta gente”, dice Martínez.
Y entonces le pregunta a Jorge Enrique si alguien más sabe de esto:
[Néstor Humberto]: ¿Y usted le entregó esta mierda a quién?
[Jorge Enrique]: A nadie.
[Néstor Humberto]: ¿Y entonces qué hizo con esto?
[David]: Jorge Enrique le vuelve a explicar que nadie en la compañía le ha puesto atención, que hasta lo tratan de loco cuando llega, así como en ese momento, con todo el arrume de contratos corruptos. Martínez se ríe.
[Néstor Humberto]: Ahí hay… ahí hay un loquito.
[Jorge Enrique]: Hay un marica allá…
[Néstor Humberto]: Un loquito hijueputa. ¡Está loco!
[Jorge Enrique]: ¿Sí me entiende?
[Néstor Humberto]: Un loco que anda con un fólder debajo del brazo.
[Jorge Enrique]: Entonces, a mí me dijeron ah, ah, ah aquí no venga con chismes. ¿Pero cuál chisme? Es que mire. Ah, ah, ah.
[David]: Jorge Enrique insiste en que hay más cosas, muchas más… Pero le confiesa a Martínez que siente que sus jefes pueden tomar represalias por toda esa información que le está compartiendo.
[Jorge Enrique]: Yo no quiero… excúsame. Yo no quiero que ahora en Corfi me odien o que tal, y quedo yo sin trabajo.
[David]: “Que me odien y quedo yo sin trabajo”, dice. Martínez le responde que se tranquilice.
[Néstor Humberto]: No, no, marica. Pero si es que esto lo estamos haciendo…
[David]: Y agrega algo para darle más seguridad.
[Néstor Humberto]: Espere, yo voy a llamar a Sarmiento y le voy a decir que él tiene que estar en la reunión de las 11. Mire, llámeme al doctor Sarmiento. Urgente. Urgente.
[David]: Por segunda vez, le dice que Sarmiento va a recibir toda esa información ese mismo día.
Al final de la escena, después de que Martínez le reconoce a Jorge Enrique el trabajo tan riguroso que ha hecho y después de que ambos acuerdan tener una metodología para saber qué hacer, Jorge Enrique le pide instrucciones:
[Jorge Enrique]: ¿Qué hago?
[Néstor Humberto]: Cualquier cosa avisa, ¿no? Y entre los dos, tranquilo porque hay una discreción total.
[Jorge Enrique]: Sí, sí, yo también.
[Néstor Humberto]: Pero usted no se preocupe.
[David]: Ambos se despiden y Jorge Enrique se va de la oficina. La escena termina.
El audio que acabaron de escuchar tiene muchos nombres, contratos, cifras, la calidad no es tan buena e incluso puede sonar confuso a veces. Lo que sí parece quedar claro es que Jorge Enrique le entregó a Martínez los documentos de las irregularidades que había encontrado.
Pero tardaría unos años en salir a la luz…
Desde Central Series y Radio Ambulante Studios, esto es La Ruta del Sol.
Soy David Trujillo. Episodio 2. La grabación.
[David]: Vamos ahora a principios de 2018, poco más de dos años después de esa reunión que acabamos de escuchar. La periodista colombiana María Jimena Duzán venía investigando sobre la Ruta del Sol desde hacía un tiempo.
[María Jimena Duzán]: Esa era como la joya de la corona de todas las licitaciones grandes de los megaproyectos que tenía el país en ese momento y pues con una gran, gran ilusión en el mundo, Colombia, todo el mundo, todos los empresarios abrazaron esa nueva licitación porque dizque que iba a cambiar no solamente la imagen, sino que iba a ser pues el puntal de una nueva dimensión para las empresas y todo porque tendrían un acceso muy fácil al Caribe.
[David]: Un día María Jimena recibió un mensaje de Jorge Enrique Pizano. Él había leído sus artículos sobre el tema y quería darle información muy confidencial.
[María Jimena] No lo conocía realmente. Según él me explicó, era facultad del Grupo Aval poner el controller, que era él. Me lo mostró desde el comienzo: mire, yo soy empleado del Grupo Aval. Trabajé hasta tanto tiempo acá porque hubo una situación muy complicada. Entonces le dije: ¿cuál fue?
[David]: En ese lapso de dos años habían pasado varias cosas. La justicia estadounidense probó, en gran parte por las confesiones de los altos directivos de Odebrecht, que durante décadas habían pagado casi 800 millones de dólares en sobornos en países de Latinoamérica y África. En el caso de Colombia, uno de los proyectos relacionados con esa corrupción era la Ruta del Sol II, y para ese momento el Estado ya había terminado el contrato para su construcción. Después de ocho años, la obra estaba incompleta y tenía unos sobrecostos absurdos.
Según la justicia estadounidense, los sobornos en Colombia fueron poco más de 11 millones de dólares, una de las cifras más bajas de la lista. Pero esa no era la única particularidad de lo relacionado con ese caso en el país.
[María Jimena]: Yo ya había escrito varios artículos sobre el tema de lo absurdo que estaba sucediendo en Colombia y era que las personas y las empresas que estaban metidas, vinculadas en el pago de sobornos no aparecían porque aparecía sólo Odebrecht y no su socio, que era el Grupo Aval.
[David]: De hecho el Grupo Aval, para el que trabajaba Jorge Enrique, desde un primer momento rechazó cualquier actividad ilegal y se declaró víctima de Odebrecht. También insistió en que iban a colaborar con la investigación con transparencia.
Pero eso no convencía del todo a María Jimena y a algunos de sus colegas.
[María Jimena]: Esa situación había puesto a muchos periodistas como yo, pues un poco mirando a ver qué estaba pasando, porque esto parecía como, como la no justicia.
[David]: Y, como ya sabemos, Jorge Enrique tenía posibles pruebas de que había movimientos extraños de dinero en la Ruta del Sol II desde hacía años y nadie lo había denunciado a las autoridades. María Jimena parafraseó lo que le dijo Jorge Enrique cuando hablaron esa primera vez.
[María Jimena]: Pues resulta que en los últimos meses empecé yo a ver que había unos contratos que no coincidían con nada y empecé a mirar y empecé a mirar y terminé entendiendo que eran unos contratos de papel. ¿Por qué? Pues porque la plata sí salió y los contratos se pagaron, pero no terminaron yendo a las cosas que tenían que ir, como decían los contratos iniciales, y que terminaron más bien en unas empresas de papel que eran unos intermediarios.
[David]: A María Jimena le interesó lo que le estaba contando, pero quería ver primero de qué se trataba todo esto, así que lo citó en su casa.
[María Jimena]: Me sorprendió que cuando llegó, yo lo recibí, me dijo: Ay, es la primera vez que un periodista me recibe. Yo he recorrido todos los medios de comunicación diciendo y contando todo lo que sé y ninguno le había parado bolas. Y yo le dije: pues, muéstreme qué es lo que tiene. Me entregó un cartapacio inmenso de pruebas y yo empecé a analizarlo.
[David]: Los documentos eran muy fuertes. Parecían mostrar lo que hasta ese momento era un secreto a voces.
[María Jimena]: Todo el mundo decía que había coimas, pero, pero no se podía probar. Y la primera vez que yo la vi clara fue con estos documentos que me entregó Jorge Enrique Pizano. De otra forma no hubiéramos tenido cómo abrir el escándalo. Lo que pasó fue que de esa carretera fue que sacaron la plata para pagar coimas con el propósito de ayudar a campañas políticas, no solamente a la campaña presidencial del 2014, sino que también para las campañas de gobernación y alcaldes del 2015.
[David]: De distintos partidos políticos y en varias regiones del país.
Jorge Enrique le dijo que estaba seguro de que por esa información que tenía él se había vuelto incómodo para la compañía y hacía poco, a finales de 2017, le habían terminado su contrato sin que le pagaran lo que él consideraba justo. Desde entonces no había podido conseguir otro trabajo. Además de la difícil situación económica por la que estaba pasando, también hacía poco le habían descubierto un cáncer linfático y apenas empezaba su tratamiento.
La duda entonces que le quedaba a María Jimena era por qué parecía que la Fiscalía no estuviera utilizando esa información para sus investigaciones. Según le dijo Jorge Enrique, ellos ya la tenían desde hacía al menos un año cuando, a principios de 2017, las autoridades se llevaron los computadores de las oficinas del consorcio de la Ruta del Sol II por el tema de Odebrecht, con los documentos e informes que había enviado.
[María Jimena]: Entonces yo me metí en esa historia que era kafkiana.
[David]: Para ella, lo más absurdo era que desde hacía casi un año, el cargo del Fiscal General de la Nación, esa persona que tiene las riendas del poder de investigación del Estado, incluso el de este caso enorme de corrupción internacional de Odebrecht, se lo habían dado a Néstor Humberto Martínez, el mismo a quien Jorge Enrique había grabado en 2015. Martínez no sólo había sido ministro de la Presidencia y promovido por el gobierno para encabezar la Fiscalía…
[María Jimena]: Sino que además había sido el abogado del Grupo Aval. O sea, había un conflicto de intereses por todos los lados. Sin embargo, él fue elegido Fiscal General de la Nación.
[David]: Una pausa y volvemos.
[David]: Estamos de vuelta en La Ruta del Sol.
A mediados de 2016, la Corte Suprema eligió a Néstor Humberto Martínez como Fiscal General de la Nación y llegó a un nuevo cargo poderoso como a los que estaba acostumbrado. Una de las metas que se planteó desde el principio fue la lucha contra la corrupción. Esto dijo en su discurso de posesión:
[Néstor Humberto]: La lucha contra la corrupción necesita que los responsables de este oprobioso delito sean objeto de pena privativa de la libertad.
[David]: Que los corruptos tienen que ir a la cárcel sin beneficios. Que la ley se cumpla.
[Néstor Humberto]: Cuando ello ocurra, sin privilegios ni contemplaciones, volveremos a ver que los bolsillos de los servidores públicos son de cristal.
[David]: Es decir, que las finanzas del Estado sean transparentes. Esa última frase sería el nombre de su programa estrella, Bolsillos de cristal, tal vez el más emblemático de su periodo como fiscal.
Más adelante en esta serie vamos a escuchar a Martínez hablar sobre su papel en toda esta historia, pero por ahora lo que hay que saber es que no denunció a las autoridades lo que le mostró Jorge Enrique. Ni en ese momento, 2015, ni cuando llegó a la Fiscalía un año después. Y aunque dijo en una entrevista de diciembre de 2017 que la investigación del caso de Odebrecht iba a terminar en menos de un mes, no fue así.
Pero volvamos a la reunión entre Jorge Enrique y la periodista María Jimena Duzán. Ella recuerda que el mismo día que se encontraron, él le contó que la Fiscalía lo estaba investigando. Pero no precisamente por lo que había descubierto en la Ruta del Sol II, sino por supuestamente haber recibido un soborno, también de Odebrecht, cuando fue gerente del Acueducto de Bogotá hacía diez años. María Jimena le preguntó directamente por ese tema.
[María Jimena]: ¿Y usted no recibió ninguna plata de Odebrecht? Y me dice, usted cree que si yo hubiera recibido plata de Odebrecht, pues tendría plata. No tengo plata. Y realmente él no tenía plata y pudo probarme que él, cuando entró, ya su antecesor había firmado ese contrato. Y efectivamente tenía razón.
[David]: Además, la persona que lo señaló de recibir ese soborno, le dijo después a la Corte Suprema que en ese caso del Acueducto había aceptado delitos que no cometió porque la Fiscalía lo había presionado para llegar a un acuerdo. Es decir, había mentido para que le dieran beneficios en su proceso legal y su abogado le recomendó que aceptara la condición.
Pero la investigación contra Jorge Enrique seguía y María Jimena pudo ver lo mal que estaba.
[María Jimena]: A él le montaron un proceso para hostigarlo y amedrentarlo, y lo montó la Fiscalía. Todo para impedir que él fuera llamado como testigo y para demeritarlo como testigo en los pocos procesos que adelantaba la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez. Querían era atraparlo y cogerlo y acallarlo y casi que ponerle una cosa en la boca para que no siguiera hablando. Había que acabar su honorabilidad y su estado mental. Y lo tenía eso muy atormentado. Entonces, además de que no tenía plata, además de que no tenía empleo, el problema de sentir que lo iban a tomar preso lo tenía muy alterado.
[David]: La hija menor de Jorge Enrique, Juanita, no se enteró de lo que estaba pasando porque su papá le hubiera contado. Se enteró por una noticia que encontró en Internet.
[Juanita] Y literalmente me salió una noticia, El Tiempo. Obviamente los medios de Sarmiento tenían que ser los que lo decían, que a mi papá le iban a imputar cargos esa semana y yo ahí fue cuando llamé a mi papá y le dije mira, es que yo no soy una niña chiquita y yo necesito saber qué es lo que está pasando y yo no me voy a enterar por estas cosas, por las redes sociales, porque es absurdo. Y le dije ¿qué es lo que está pasando? O sea, necesito que me cuentes.
[David]: Jorge Enrique le explicó la situación con la Fiscalía, la investigación que estaban haciendo. Le contó que alguien había dado un testimonio contra él, pero que él no había hecho nada ilegal. Y también le dijo que no tenían cómo armarle un caso porque no había pruebas de nada.
[Juanita]: Sin embargo, la Fiscalía nunca dejó de, pues de investigar a mi papá y lo único que hizo fue presionarlo más. E interceptó todas nuestras comunicaciones y me consta porque se notaba cuando hacíamos una llamada, había una muy clara interferencia y violaron los derechos fundamentales y constitucionales de mi papá y también de nosotros. Yo también, en parte, siendo menor de edad y tenía mis comunicaciones interceptadas.
[David]: De ahí en adelante sólo siguieron pasando cosas extrañas.
Alejandro decidió irse a España a principios de 2018. Estaba recién casado y como la situación era demasiado tensa, quería tomar distancia aunque siempre pendiente de su familia. Juanita y Carolina, que sí se quedaron, recuerdan que su papá se puso cada vez más insistente con tener ciertas precauciones.
[Juanita]: Y a mí me gustaba tener las cortinas abiertas y él me decía que cerrara las cortinas y yo sentía que él estaba medio paranoico.
[Carolina] Me acuerdo que yo siempre he publicado en Instagram y mi papá todo el tiempo era: no publiques cosas, no pongas nuestra cara, no pongas nada. Como no uses la misma ruta ve por otros lados.
[Juanita]: Y por las noches se veían como láseres, como que apuntaban a la casa. Y mi papá hablaba de los láseres, pero yo era como, eso suena un poco paranoico. Y yo todos estos puntos los conecté literalmente el año pasado porque le estaba contando todo esto a mi ex novio, que era ingeniero de súper seguridad, y él me decía como eso es una tecnología súper avanzada como para escuchar conversaciones.
[David]: Jorge Enrique no veía otra forma de explicar lo que estaba pasando:
[Juanita]: Esto es una persecución, decía, contra personas que no tienen nada que ver con estos delitos. ¿Y dónde están las personas que, que los cometieron? ¿Dónde están los directivos de Corficolombiana? ¿Dónde están los directivos del Grupo Aval? En sus casas tranquilos, en puestos mejor pagos todavía.
[David]: Del Grupo Aval sólo capturaron a una persona: el presidente de Corficolombiana que era la empresa del conglomerado donde trabajaba Jorge Enrique, por ordenar el pago de una coima. El Grupo Aval no lo defendió. Por el contrario, insistió en que todo lo habían planeado él, como presidente de la empresa, y su socio, Odebrecht.
Pero las cabezas de Odebrecht en Colombia tampoco rindieron cuentas a las autoridades, porque salieron del país aun cuando tenían solicitudes de captura y sin al menos haber declarado ante la Fiscalía. Poco después, el presidente de la multinacional en Colombia dijo, desde Brasil, que en 2014 le habían dado millones de dólares a las campañas presidenciales de los dos candidatos principales, incluida la de la reelección del presidente Santos. Pero como no se trataban sólo de delitos electorales, sino también de infracciones a las reglas de las campañas, una entidad diferente a la Fiscalía debía encargarse de otra investigación y de decidir otras posibles sanciones.
Jorge Enrique, en cambio, se quedó en Colombia marcado ante la opinión pública. Hasta el Procurador General lo señaló públicamente y dijo que era empleado de Odebrecht desde hacía años para estos movimientos de dineros corruptos. Pero en realidad Jorge Enrique era empleado del Grupo Aval, una compañía que, para él, no había hecho nada por, al menos, respetar su presunción de inocencia. En cambio, le terminaron su contrato. Carolina, recuerda la decepción de su papá con ese trabajo.
[Carolina]: Súper desilusionado. Y además es que ahí estaba Néstor Humberto Martínez y estaba Sarmiento, dos personas que, que él pensaba que eran cercanas, que admiraba y que en algún momento quiso. Pero así súper desilusionado y asustado. O sea, es que la emoción que empezó a primar en mi papá era el miedo… a que lo metieran en la cárcel siendo inocente.
[David]: Y a la angustia por la persecución, al desgaste emocional, se sumó la crisis económica. Nadie le iba a dar trabajo con semejante señalamiento que lo perseguía.
[Juanita]: Yo creo que es de los momentos más tristes de mi vida, porque ver a una persona como mi papá, tan dedicada a su trabajo, derrotado. O sea, él estaba totalmente derrotado.
[Carolina]: Mi papá buscaba y buscaba trabajo, me pedía mí ayuda, entonces yo hablaba con mis amigas que trabajan en recursos humanos y yo mandaba la hoja de vida, y mi papá me decía pues es que Carito, es que me entrevistan, y todos me dicen que es que mi experiencia es es mucho más amplia de lo que se requiere para el cargo, que no encajo pa el perfil. Desesperado. Mi papá no sabía qué hacer para conseguir trabajo. Es que todos le dieron la espalda. Los primeros que le dieron la espalda, desde hacía mucho tiempo antes, fueron mis tíos maternos. Después, los amigos de mi papá, todos desaparecieron.
[María Jimena]: Él estaba muy mal, y eso lo conocí desde el comienzo así. Además de eso, tenía cáncer. Él había salido, digamos, más o menos bien de un último tratamiento, pero como las cosas se habían vuelto más críticas en general, se sentía muy mal de salud.
[David]: Aunque se sentía acorralado, para Jorge Enrique era muy importante que se supiera lo que él había descubierto porque era una estrategia para limpiar su nombre… y para protegerse. Así que durante meses, él y María Jimena empezaron a ordenar lo que había y a unir los puntos.
[María Jimena]: A lo largo de esos meses, pues nos empezamos a ver cada semana, porque cada vez me traía más información. Y empecé pues a montar ya la investigación como mucho más profunda y nos dimos cuenta pues que era mucho más plata, y que eran muchos más contratos que llevaban a cerca de 55 mil millones de pesos solamente en contratos.
[David]: Según María Jimena, más de 19 millones de dólares al cambio de la época que habrían salido de una de las obras de infraestructura más importantes del país en los últimos años. Más de lo que habían confesado las cabezas de Odebrecht ante la justicia de Estados Unidos, que eran 11 millones. Para ella, el panorama estaba cada vez más claro.
[María Jimena]: Realmente la participación del Grupo Aval era muy importante y había sido muy clave, y que lo que estaba sucediendo en la Fiscalía de Néstor Humberto, pues, era muy raro.
[David]: María Jimena publicó su investigación en varios artículos en la revista Semana, y ocultando siempre la identidad de su fuente.
En su angustia, Jorge Enrique decidió buscar a otro periodista que también terminaría jugando un papel clave en toda esta historia.
Ya volvemos.
[David]: Estamos de vuelta en La Ruta del Sol.
Iván Serrano era periodista de Noticias Uno en ese momento. Jorge Enrique lo conocía desde hacía una década y había sido su fuente para otros temas. A él también le entregó las pruebas de la corrupción en la Ruta del Sol II, le pidió que publicara la información sin mencionarlo y en alguna de sus reuniones le explicó que, como el Grupo Aval estaba en la Bolsa de Nueva York desde 2014, la justicia estadounidense podía investigar y sancionar a la compañía. Jorge Enrique, off the record, le mencionó a Iván la gravedad del asunto. Este es Iván.
[Iván Serrano]: Recuerdo claramente que Jorge Enrique hablaba en voz bajita en su apartamento, y él me decía: es que por esto pueden extraditar a Sarmiento.
[David]: A Luis Carlos Sarmiento Angulo, el presidente del Grupo Aval.
[Iván]: Pues porque había entrado plata del lavado al sistema bancario americano. Es que pues era de ese tamaño. Entonces evidentemente Jorge Enrique estaba aterrado pues porque es que además los hallazgos de él no sólo involucraban al hombre más poderoso de este país, sino que denotaban que el mismo Marcelo Odebrecht le mintió a la justicia de los Estados Unidos, porque él allá habló creo que de 11 millones de dólares. Y es obvio que las coimas que pagaron acá superaron los 11 millones de dólares, los superaron. Entonces era una cosa muy importante lo que Jorge Enrique encontró.
[David]: Y la había encontrado aún cuando era muy difícil conseguir información.
[Iván]: El problema es que pusieron al tipo que no era porque Jorge Enrique sí hacía el trabajo a pesar de que no le daban información, a pesar de que a él le tocaba revisar en las canecas de basura, pedir por, por los lados, ir personalmente a direcciones a constatar si en esa dirección quedaba una empresa. Es que el trabajo de él fue una cosa impresionante. De él solo porque el era solo. Él no tenía otras personas, era solo. Y básicamente él descubre el entramado de corrupción, pues, el más terrible, pues, de la historia reciente del país.
[David]: Y descubrió ese entramado, como lo llama Iván, antes de que estallara el caso Lava jato, antes de que capturaran a Marcelo Odebrecht, antes de que la justicia estadounidense hiciera públicas las cifras, antes de que Néstor Humberto Martínez fuera elegido Fiscal General de la Nación.
[Iván]: Entonces la pregunta era: ¿Usted esto a quién se lo contó allá? No, pues yo se lo conté a Néstor Humberto Martínez.
¿Y usted tiene prueba de que Néstor Humberto sabía? Sí, yo tengo la grabación. Y él me deja escuchar un pedazo.
[Néstor Humberto]: Porque yo lo veo a usted en estado de ansiedad. ¿Qué hago?
[Jorge Enrique]: No, no
[Néstor Humberto]: Entonces Sarmiento me manda a decir: nada.
[Jorge Enrique]: Bueno. Porque es que…
[Néstor Humberto]: Nada.
[Néstor Humberto]: Pero si sabe de algo…
[Jorge Enrique]: Claro.
[Néstor Humberto]: Prenda las alarmas. Y la vía es esta vía…
[Jorge Enrique]: Ah, bueno.
[Néstor Humberto]: Porque, jueputa, allá están berracos con lo que pasó hace tres años, que usted prendió las hijueputas alarmas, y nadie le puso cuidado.
[David]: A pesar del miedo que sentía Jorge Enrique, decidió entregarle las grabaciones a Iván en una USB con una clave que no le dio. Pensaba que el contenido iba a estar en buenas manos, pero aún no estaba lo suficientemente seguro para que lo publicara.
[Iván]: Él a las grabaciones les llamaba “los villancicos”. Tengo mensajes suficientes de él diciendo: pronto vas a poder poner los villancicos, no sé qué, pero todavía no. Oye, ten mucho cuidado, de esto depende mi vida y la de mi familia. Tengo unos problemas de seguridad enormes.
[David]: Iván sólo escuchó una de las grabaciones, la que ya escuchamos al inicio. Pero había otras tres: una, también con Néstor Humberto Martínez y que se hizo a los pocos días de esa primera reunión en 2015. Y otras dos, que eran conversaciones con dos altos funcionarios del Grupo Aval. Yo las escuché todas y en todas queda muy claro que Jorge Enrique les contó lo que había encontrado. También queda claro que los funcionarios a los que grabó se comprometían a hacer algo para prender las alarmas.
María Jimena supo de esas grabaciones desde el principio. Jorge Enrique se lo dijo.
[María Jimena]: Él dice que fue a todas las puertas del grupo Aval y ninguno le paró bolas, que lo trataban como un loquito y que ahí fue cuando comenzó la teoría de que algo le iba a pasar a él y que tenía que grabarlos porque él se dio cuenta en la mitad que con tanta negación que hacían de lo que él había descubierto, que él había descubierto algo que no sabía qué era, pero que por eso le iba a pasar de todo y empezó a grabarlos.
[David]: Pero esas grabaciones sólo se las dejó escuchar a María Jimena un tiempo después de que empezaran a hablar. Un día llegaron a su casa Jorge Enrique y su hijo, Alejandro, con el iPad con el que grabó todo. Querían que las publicara.
[María Jimena]: Se sentaron los dos y me mostraron el audio de Néstor Humberto Martínez, que me pareció el más pecaminoso de todos.
[Néstor Humberto]: Jijijiji
[Jorge Enrique]: ¿Sí me entiendes?
[Néstor Humberto]: Sí, sí sí.
[Jorge Enrique]: Unas huevas.
[Néstor Humberto]: Sí, sí, sí, hijueputa.
[Néstor Humberto]: Esto es una coima, marica. ¿Cuánto vale esto?
[María Jimena]: Y dije: no puede ser esto. ¿Esto sucedió de verdad? ¿Esta es la voz de Néstor Humberto Martínez? Fiscal que había dicho que dizque iba a acabar con todos los actos de corrupción y que iba a descubrir a los responsables de Odebrecht. Y dije no, esto sí es una bomba. Y entonces yo pensé y dije: uy, si esto se publica, pues Néstor Humberto Martínez tendría que renunciar.
[David]: Jorge Enrique le dijo a María Jimena que esos audios eran su seguro definitivo, el último cartucho que le quedaba para protegerse. Pero si los publicaba, tenía miedo de que algo pudiera salir mal, de que su situación empeorara. Por eso, le pidió a María Jimena, que esta vez, mejor esperaran. Quería sentirse seguro.
[María Jimena]: Él sabía que el día que sacara el audio lo iban a matar. Él me dijo así: el día que yo saqué el audio, mi vida corre peligro. La verdad, yo siempre pienso todo lo contrario. Yo pienso que como él se demoró en sacar esos audios, eso fue un error. Yo creo que él debió haber sacado esos audios rápido y no demorarse ocho meses, que fue lo que se demoró desde que yo los conocí.
[David]: En el próximo episodio…
[Iván]: Quiero preguntarle un poco acerca de la decisión que usted tomó de darnos esta entrevista. ¿Por qué ha tomado esa decisión?
[Jorge Enrique]: Sí, yo creo que los hechos y las verdades están saliendo a flote y vemos cómo realmente sí existe un, un complot, si se puede decir así, en contra de la integridad, en este caso de mi integridad como persona y que se me están vulnerando mis derechos.
[Iván]: Evidentemente, él tenía unos miedos. Era absolutamente real y como le digo, él en su apartamento hablaba en voz baja. O sea, no era una cosa… no era una cosa de película. Es decir, es que acá hemos venido entendiendo que muchos de esos miedos eran absolutamente reales.
[Juanita]: Sólo decía como pobrecito, lo encontré botado en el piso. Y me decía: pobrecito, pobrecito. Inmediatamente le pregunté: ¿Quién mató a mi papá? ¿Quién fue? ¿Quién estaba ahí?
[David]: Jorge Enrique intentó protegerse de todas las formas que pudo. Al final, aceptó publicar las grabaciones, pero sólo con una condición.
Créditos
[David]: La Ruta del Sol es un podcast de Central, el canal de series de Radio Ambulante Studios, y forma parte de la red de podcasts My Cultura de IHeart Radio.
La reportería y producción de este episodio fueron hechas por mí, David Trujillo, con apoyo en la producción de Desirée Yépez. La editora principal es Camila Segura, con edición adicional de Daniel Alarcón, Silvia Viñas y Eliezer Budasoff. Eliezer es gerente del proyecto. La verificación de datos es de Bruno Scelza y de Sergio Sebastián Retavisca. Camilo Vallejo hizo la revisión legal. El diseño y la mezcla de sonido son de Martín Cruz, con música original de Andrés Nusser. La gráfica y la dirección de arte de la serie son de Diego Corzo.
El desarrollo de producto de La Ruta del Sol estuvo a cargo de Natalia Ramírez. La producción digital la hizo Nelson Rauda, con el apoyo de Melisa Rabanales y Samantha Proaño, del equipo de audiencias de Radio Ambulante Studios.
La Ruta del Sol se grabó en Fiona Records.
En iHeart los productores ejecutivos son Arlene Santana y Leo Gomez.
Queremos agradecer a la FLIP por su valioso apoyo en la revisión legal de esta producción y en su asesoría en materia de seguridad.
Carolina Guerrero es la productora ejecutiva de Central y la CEO de Radio Ambulante Studios.
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Soy David Trujillo. Gracias por escuchar.