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EP. 1 Alguien como Bukele

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EP. 1 Alguien como Bukele
EP. 2 Muévete rápido, rompe cosas
EP. 3 La hora de la medicina amarga
EP. 4 El evangelio (del Bitcoin) según Bukele
EP. 5 ‘Batman’ descubre el viejo negocio de la violencia
EP. 6 La última elección
Tráiler – Bukele: el señor de Los sueños

TRANSCRIPCIÓN

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EP 3 . 08/02/2024

EPISODIO 3. La hora de la medicina amarga


[Eliezer Budasoff]: En el episodio anterior habíamos quedado en un momento de máxima tensión entre Nayib Bukele y la Asamblea Legislativa. Bukele estaba en su primer año de presidente y era muy popular, pero gobernaba con una Asamblea controlada por los partidos tradicionales. No tenía mucho apoyo entre los diputados, entonces tenía dos opciones: negociar, o declararles la guerra. Y Bukele escogió la guerra. ¿La justificación? Que los diputados le estaban poniendo trabas para poder avanzar con su plan de seguridad que acabaría con las pandillas.

[Leonardo Bonilla]: Bukele había estado presionando por un préstamo de 109 millones de dólares para invertirlos en materia de seguridad. Y empezó a presionar y a presionar la Asamblea de una manera antidemocrática. 

[Eliezer]: El ex diputado independiente Leonardo Bonilla era parte de esa Asamblea, y en el episodio anterior nos contó cómo Bukele los había convocado para una sesión extraordinaria el domingo 9 de febrero de 2020. Pero no solo a ellos.

[Leonardo]: El mismo Presidente de la República había convocado a sus simpatizantes a que llegaran a la Asamblea Legislativa a hacer presión e incluso el mismo presidente de forma inconstitucional estaba haciendo un llamado a la insurrección para que el pueblo se levantara en contra de la Asamblea Legislativa. La preocupación fue de aumento en aumento, porque el hecho de que él convocara ya era una mala señal. De hecho, existía la incertidumbre, si los planes del gobierno eran ir a sentar a nuevos diputados y dar un golpe de Estado en el momento, porque todo se prestaba para ello.

[Eliezer]: Lo que pasó entonces, el momento que vamos a contarles ahora, marcó un antes y un después en el Gobierno de Bukele: el presidente millennial decidió que podía jugar con los símbolos de la democracia porque no tenía nada que perder. Al contrario. Estaba ganando terreno.  

Esto es El señor de Los sueños, un podcast de Radio Ambulante Studios. Soy Eliezer Budasoff

[Silvia]: Y yo soy Silvia Viñas. Episodio 3: La hora de la medicina amarga. 

Queríamos entender cómo fue estar ahí, en el edificio de la Asamblea Legislativa, el 9 de febrero de 2020, el día que Bukele había convocado a sus seguidores y a los legisladores para una sesión extraordinaria. Entonces, además de hablar con el exdiputado Leonardo Bonilla, también entrevisté a Lissette Lemus, una fotógrafa documental y periodista que trabaja para El Diario de Hoy. Hablamos a mediados de 2023, afuera de un café en San Salvador. Lissette, como Leonardo, también estuvo en la Asamblea ese 9 de febrero.

[Lissette Lemus]: Días anteriores yo había visto que había como mucho movimiento de militares alrededor de la Asamblea, y se sabía que el presidente iba a llegar a la Asamblea. Entonces ya había mucha confrontación en redes sociales por ese tema, ¿verdad? 

[Silvia]: De hecho, el día anterior, el 8 de febrero, el Ministro de Defensa había dicho que su lealtad estaba con el presidente. Entonces, en este contexto es que Lisette decide ir a la Asamblea el 9 de febrero.

[Lissette]: Bueno, ese día a mí no me tocaba trabajar. Y pensé que podía haber algo interesante por la cantidad de militares y por la tensión que había, entonces me ofrecí para ir a apoyar para hacer fotos y tratar de mandarlas de manera más rápida a las redes sociales del periódico. 

[Leonardo]: La Asamblea Legislativa tiene dos entradas principales. Y la convocatoria se había realizado en una de esas entradas.

[Silvia]: Leonardo recuerda que había personas montando una tarima, un equipo de sonido… Esa tarima, según la prensa local, la había pedido Bukele. Estaban preparando todo para que el presidente llegara a presionar a la Asamblea, con la gente. Esto no era una insurrección espontánea. Y el Gobierno no solo usó fondos públicos para montar este mitin, también llevó a simpatizantes del partido de Bukele, Nuevas Ideas, en buses, en vehículos del Estado, custodiados o manejados por militares.

[Leonardo]: Se tiene conocimiento que gente de diferentes partes del país llegó a presionar. Se sabía que ese día iba a ser un poco arriesgado para los diputados que desearan participar. De modo que el ingreso de los diputados fue por una entrada y la manifestación fue por otra entrada.

[Lissette]: Yo creo que llegué como al mediodía. El evento estaba para más tarde, pero a mí siempre me gusta llegar temprano, y pues ya estaba como como todo esto, ¿verdad?: la militarización que estaba de días anteriores, pero andaban súper armados, ¿verdad?, así como que iban a un conflicto o alguna manifestación grave, ¿verdad? Así, con esos escudos y cascos y todo, con armas largas. Pero también, este, vi ahí que estaba el director de la Policía Nacional Civil conversando con los de seguridad de la Asamblea. También después llegó el Ministro de Defensa a pedir las llaves para entrar al Salón Azul.

[Silvia]: El Salón Azul es donde sesionan los diputados, donde se toman las decisiones legislativas. El Ministro de Defensa ordenó que se abriera la puerta, porque, bueno, era domingo. Leonardo dice que no había nadie para abrirla y poder entrar al Salón Azul. Las fuerzas de seguridad que estaban ahí amenazaron con derribar la puerta si no la abrían. Un diputado finalmente mandó a traer las llaves desde la casa de la persona encargada de abrir.

[Leonardo]: Cuando las puertas se abrieron, o sea, adentro no había nadie. Los primeros en ingresar al salón vacío fueron los policías y los militares. 

[Lissette]: Pero así, un pelotón de militares. Entonces todos los fotógrafos que estábamos ahí y periodistas pues todos empezamos a documentar eso. 

[Leonardo]: Los militares entraron como en un operativo militar, como si iban a capturar a alguien, en orden, en fila, y se apostaron alrededor de, eh, los curules, las sillas de los diputados. Ingresamos los diputados por nuestra propia cuenta, nos sentamos en nuestros curules… 

[Silvia]: Fueron 28 de los 84 diputados que forman la Asamblea.

[Lissette]: Se veían unos diputados un poco preocupados, se les veía en el rostro, ¿verdad? Recuerdo que había algunos afines a Bukele que también mostraron su preocupación, porque quizás tampoco ellos esperaban que entraran militares al Salón Azul. Entendí en el momento que era algo súper grave lo que estaba pasando. Me preocupé por todos los que estábamos adentro, ¿verdad?

[Leonardo]: Y pues los militares alrededor de todo el Salón Azul. De ahí los diputados no hicimos nada. No se podía debatir porque no existía el quórum suficiente. Bueno, no se podía debatir por muchas razones. Primero porque la convocatoria no era oficial. Segundo, porque el presidente de la Asamblea no estaba presente, no estaba la agenda establecida, no estaba el punto de agenda, no existía la documentación para analizar y no había ninguna condición para poder iniciar un debate. Era un show que había montado el gobierno, únicamente eso. En ese momento yo tomo mi teléfono celular…

[Silvia]: Y comienza a grabar un Facebook Live.

Archivo

[ArchivoLeonardo]: Así no se juega. Esto es preocupante. Romper el orden constitucional, ahora está en manos del Ejecutivo.

[Leonardo]: Para denunciarlo, para que la comunidad internacional, para que el mismo país se diera cuenta de lo que estaba sucediendo. Ver que era algo que realmente, hasta donde yo recuerdo, no ha existido en El Salvador. 

Archivo

[Audio de Archivo, Leonardo]: Estoy en la disposición de dar mi voto para solventar los problemas del país, pero no es esta la forma, señor presidente Nayib Bukele. 

[Silvia]: El miedo del que hablaba Leonardo al principio, de que se estaba gestando un golpe de Estado, en este momento era palpable. Para dimensionar lo que estaba pasando, es importante saber que ni siquiera los gobiernos militares que tuvo El Salvador tomaron la Asamblea con soldados armados. Bukele tenía razón en algo: hizo historia ese día. 

Los diputados dentro del Salón Azul no sabían qué iba a pasar. Solo podían esperar.

[Leonardo]: Mientras estábamos dentro de la Asamblea Legislativa, ya estaba la población agitada fuera de la Asamblea Legislativa.

[Audio de archivo, anuncio]: Señoras y señores, vamos a escuchar en este momento el mensaje del presidente de la República, Nayib Bukele. 

[Leonardo]: Sube a la tarima y empieza a exaltar más a las masas.

[Audio de archivo, Bukele]: Les prometí en la campaña que si había que marchar a la Asamblea Legislativa, íbamos a marchar a la Asamblea Legislativa. Y este día estamos cumpliendo esa promesa de campaña. Si necesitábamos marchar, marchábamos. Y ahí está el Palacio Legislativo donde vamos a entrar en un momento.

[Leonardo]: Sí podía escucharse, porque pues estaba a unos metros afuera de la Asamblea y a unos metros del salón solemne, y pues habían equipos de sonido con alto volumen, pues, que permitían que se escuchara lo que se estaba hablando afuera.

[Audio de archivo, Nayib Bukele]: Estamos haciendo historia y los que digan que no, que miren este mar de gente en frente de la Asamblea Legislativa con su presidente hablándoles, con el apoyo de la Fuerza Armada y de la Policía Nacional Civil, que está acá no para reprimir al pueblo, sino para apoyar al pueblo. 

[Leonardo]: Creo que Bukele estaba contento, yo creo que él estaba feliz, yo creo que él estaba realizado. Él sabía perfectamente lo que estaba haciendo. Yo creo que ya tiene un espíritu de dictador y él dice: “Se hace lo que yo digo”. Y si alguien le dice: “Presidente, con todo respeto, esto no es legal, esto no es constitucional”, pues él dice: “Bueno, pero yo lo quiero y punto y lo hace”. 

[Silvia]: Pero, claro, no lo dice así, abiertamente. De hecho, en este discurso afuera de la Asamblea, le pasa la pelota a la gente, a unas 5 mil personas que estaban ahí.

[Nayib Bukele]: Yo les quiero pedir que me dejen entrar al Salón Azul de la Asamblea Legislativa, a hacer una oración y que Dios nos dé sabiduría para los pasos que vamos a tomar. Y luego la decisión estará en ustedes. ¿Me autorizan? Dios los bendiga, pueblo salvadoreño. Les pido que me esperen acá. Vuelvo en un momento.

[Lissette]: Bueno, a mí me tocó esa parte precisamente porque andábamos dos fotógrafos adentro y nos dividimos: uno de ellos, acordamos que se iba a quedar adentro, y yo me iba a quedar afuera. Entonces, en el momento en que él entra, yo tomo fotos. Yo lo veía como un poco molesto, no iba sonriendo, sino que se veía como enojado. Recorrió la alfombra roja y directamente entró, ¿verdad? Entonces en la entrada se hizo como un tumulto y a la mayoría que íbamos cubriendo y tomando fotos ahí ya no nos dejaron entrar. 

[Leonardo]: Y cuando entró al seno del Palacio Legislativo se le ve una cara seria, pero al final creo que con una sonrisa en su interior de decir: “Aquí estoy haciendo lo que quiero”. Ingresó al área de junta directiva, se sentó en la silla del presidente de la Asamblea Legislativa y sabía lo que implicaba esto. Eso, aparte de la ilegalidad, implicaba una burla. Se sentó en la silla del presidente y todavía tocó el gong, es una campana que simboliza el inicio y cierre de una sesión plenaria. 

[Bukele]: Vamos a dar inicio a la sesión convocada por el Consejo de Ministros de acuerdo al artículo 167…

[Leonardo]: Estaban diputados del oficialismo y aún votando no llegaban al número de votos necesarios, así es que él sabía que de forma legal no había nada que hacer para conseguir su objetivo. Pero entiendo también que su objetivo ese día no era realmente que se le aprobaran los 109 millones de dólares porque él sabía que no iba a suceder nada. Su objetivo era dar ese golpe puntualmente y lo único que dijo fue: “Vamos a hacer una oración”. 

[Bukele]: Creo que está muy claro quién tiene el control de la situación y la decisión que vamos a tomar ahora la vamos a poner en manos de Dios. Así que vamos a hacer una oración.

[Leonardo]: Puso sus manos en su rostro, se quedó en silencio. Nadie hizo absolutamente nada. Todos guardamos silencio. Y en ese momento yo solo quería detener esa situación y decir algo, pero creo que como cuando uno tiene un accidente o es víctima de asalto, se queda congelado, su cerebro no procesa de forma coherente y rápida. Yo me arrepiento de no haberme puesto de pie y haberle gritado que saliera de ese órgano y tenía el derecho como ciudadano y como funcionario público. Pero repito, era un momento de shock en que cada evento que iba sucediendo no, no lo esperábamos y no sabíamos cómo reaccionar. Se paró y se fue.

[Lissette]: Sale por la misma puerta y viene igual, ¿verdad? O sea, como enojado y rápido. 

[Silvia]: Lissette se había quedado afuera del Salón Azul. Vio a Bukele salir rodeado de guardaespaldas.

[Lissette]: Y se vuelve a hacer el tumulto, porque todos nosotros queriendo documentar ese momento que él venía hacia afuera y regresa nuevamente al lugar donde había estado dando su discurso previamente, donde estaba toda la gente esperándolo. 

[Nayib Bukele]: Con toda humildad, ustedes saben, el pueblo salvadoreño completo sabe, nuestros adversarios lo saben. La comunidad internacional lo sabe. Nuestra Fuerza Armada lo sabe. Nuestra Policía Nacional Civil lo sabe. Todos los poderes fácticos del país lo saben. Si quisiéramos apretar el botón, solo apretamos el botón. 

[Silvia]: Apretar el botón es lo que hacen los diputados para votar, pero Bukele está diciendo otra cosa: que ellos pueden pasar por encima de la Asamblea.

[Bukele]: Pero yo le pregunté a Dios, y Dios me dijo: “Paciencia”. 

[Silvia]: Los simpatizantes parecen no estar de acuerdo con esa respuesta de Dios. Bukele se queda en silencio por unos 15 segundos mientras la gente grita. Y luego repite: paciencia.

[Bukele]: Paciencia. El 28 de febrero todos esos sinvergüenzas van a salir por la puerta de afuera y los vamos a sacar democráticamente.

[Silvia]: Se está refiriendo a las elecciones legislativas del año siguiente. Está, básicamente, haciendo campaña, porque lo que Bukele necesita es que Nuevas Ideas y sus partidos aliados ganen suficientes escaños en esas elecciones para tener una mayoría y controlar la Asamblea. Va a ser una votación muy importante, a la que ya llegaremos en este episodio. Ahora, volvamos a Lissette y a ese 9 de febrero.

[Lissette]: Después que él había hablado, yo salí, logré llegar por la parte de atrás, digamos, de la tarima. Quise acercarme a hacer una foto, pero ya era imposible pasar, ¿verdad? Había un montón de militares. 

Una vez que se fue, se fue también la gente que había llegado. Pero obviamente ya empezó como como todo el… comentarios y la preocupación de lo que había pasado y todo lo que significaba, ¿verdad? Entonces yo creo que fue un hecho bastante grave en ese momento y creo que nos daba como una idea de lo que podía venir después.

[Leonardo]: Yo pienso que este acto puntualmente fue un anuncio de por qué lado iba él. Creo que ese, el 9 de febrero, fue como el anuncio de lo que él era capaz.

[Silvia]: El ingreso de Bukele a la Asamblea Legislativa, su actuación ante las cámaras, su discurso magnánimo ante la gente reunida afuera, mostraron la forma en la que entendía el juego político y marcaron un cambio de tono. Elevó el umbral de lo que se podía soportar. Era la hora de “tomar medicina amarga”, como anticipó el día que asumió su cargo. El momento de dejar de lado las viejas apariencias y empezar una nueva etapa: los gestos épicos y las grandes puestas en escena se volvieron una forma predominante de enfocar la atención pública sobre algunos asuntos antes que otros.  

[Bertha Deleón]: Yo lo veía y te juro que yo estaba incrédula porque yo decía: “Realmente están llevando esto a unos límites…” O sea, y solo tenía meses de haber tomado la presidencia.

[Eliezer]: El 9 de febrero fue un momento decisivo para Bertha DeLeón, la abogada que trabajó con Bukele, a quien hemos escuchado desde el comienzo de esta serie. Si se acuerdan, en el episodio anterior mencionamos que cuando Bukele presentó su partido Nuevas Ideas, dijo que cualquiera podía criticarlo. Bueno, la experiencia de Bertha fue una de varias muestras de que, en realidad, el presidente Bukele no iba a tolerar ningún tipo de crítica, y que si alguien se atrevía a decir algo negativo sobre él, habría represalias.

Bertha recuerda que ese 9 de febrero estaba en la playa con sus hijos. Vio todo en una tiendita que tenía una televisión que estaba transmitiendo en vivo lo que pasaba en la Asamblea.

[Bertha]: Nadie se había atrevido a hacer lo que él hizo, así, o sea de burdo. Y has hecho una fractura que ya no se puede remediar. Yo me quedé muy a la expectativa de cuál iba a ser su… si iba a ofrecer una disculpa por lo que hizo o qué iba a hacer cuando ya le cayera el 20 y nunca existió. 

[Eliezer]: Esa fractura irremediable de la que habla Bertha también fue personal. Recordemos que ella llegó a ser bastante cercana a Bukele. Fue su abogada. Y dice que incluso le habían ofrecido un puesto como embajadora.

[Bertha]: Fue como: “Ay, estás muy cansada, ve a descansar. Dice el señor de Los Sueños, porque al final ya ni le decían el nombre, sino que dice el señor de Los Sueños que todavía hay embajadas disponibles, solo es cuestión de que querrás”.

[Eliezer]: Pero la relación ya se había empezado a deteriorar hace un tiempo. Bertha no aceptó. Y ese 9 de febrero fue el punto final.

[Bertha]: Mira, yo siempre que vi algo que no es con lo que no estaba de acuerdo, se lo dije, y se lo dije directo. Yo siempre le dije lo que pensaba. Partiendo de la premisa de que el tipo no era muy genio, no conocía mucho de derecho, pero tenía buenas intenciones. Esa era la premisa de la que yo partía. 

[Eliezer]: Después de ver lo que había pasado en la Asamblea, tampoco se quedó callada.

[Bertha]: Simplemente yo comencé a tuitear. O sea a dar mi opinión de lo que estaba pasando como ciudadana, pues simplemente decir: “A mí me da miedo que este tipo, o sea con esta personalidad tan infantil, esté comenzando el gobierno y lo primero que haga es tomarse la Asamblea”. O sea, realmente lo que nos espera es lo peor. Lo tuiteé. Y de inmediato me escribió. Me escribieron que lo quitara.

[Eliezer]: Bertha dice que el mismo Bukele le escribió, y también el Secretario privado de la presidencia, la mano derecha de Bukele.

[Bertha]: O sea, ¿por qué estás haciendo eso? Ya relájate. O sea, quítalo. Y él me escribió: “Eso nunca te lo voy a perdonar”. Entonces… Y obvio, yo pensé de todo menos borrar el tweet, porque para mí también era romper por completo, porque siempre, aunque no estuviera yo trabajando con ellos, la gente siempre me vinculaba con ellos. Entonces yo quería simplemente ya decir: “De aquí para allá no estoy con ellos, no apoyo esto, no quiero esto para mí esto se llama así, simplemente marcar ya mis límites”. Nunca me imaginé todo lo que iba a venir después.

[Eliezer]: Los ataques empezaron en Twitter. Hacían montajes con fotos de Bertha y pandilleros para desprestigiarla como abogada, para hacer pensar que ella estaba ayudando a liberarlos. Inventaban escándalos sexuales y hacían memes. Bertha asegura que Bukele y su gente estaban detrás de estos ataques. Es lo que le decían personas que seguían en el círculo del presidente y que ella había defendido. Le aconsejaban: que mejor dejara de criticarlo, que se fuera del país.

[Bertha]: Yo realmente no quería salirme de El Salvador. O sea, ya había hecho mi vida. Tenía una carrera que me había costado estudio, esfuerzo, etcétera. Digamos, no vengo de una familia acomodada. Entonces era como bueno, yo no me voy a ir. Aparte que el nivel de litigio mío siempre fue contracorriente, siempre fue de riesgo, Entonces digamos que estaba acostumbrada a manejar cierto nivel de riesgo, pero esto se salió totalmente de control. Me seguían en moto, me pusieron un dron en el patio de mi casa.

[Eliezer]: Mandaron a gente de la institución que recolecta datos de los salvadoreños para interrogar a su hijo.

[Bertha]: O sea, realmente fue una guerra psicológica que no pude. 

[Silvia]: Las consecuencias del 9 de febrero no solo fueron personales para gente cercana a Bukele como Bertha, que luego se volvió más crítica, ni siquiera fueron solo nacionales. La reacción internacional a la toma de la Asamblea fue inmediata. Organizaciones de derechos humanos, las embajadas en El Salvador de Estados Unidos, Reino Unido, y la Unión Europea… Todos rechazaron la presencia de militares en la Asamblea. Con el 9 de febrero comenzaron las condenas internacionales a las movidas autoritarias de Bukele. Pero, como buen publicista, sabía cómo solucionar este problema de imagen, cómo aprovechar una situación para distraer y enfocar la atención en sus aparentes logros. Y al mes siguiente, una crisis global se volvería el escenario perfecto para mover los reflectores.

Una pausa y volvemos.

[Flip and Article 19]: En América Latina, la región más violenta para los periodistas, protegerlos debe ser una responsabilidad de la sociedad en su conjunto. Con una tasa de impunidad del 99% de asesinatos en los últimos dos años, en México y Colombia, la prensa, temerosa de represalias, ha restringido el cubrimiento de asuntos de interés público.

Para organizaciones como la Fundación para la Libertad de Prensa, en Colombia, y Artículo 19, la impunidad es un acto nocivo para el ejercicio periodístico y deja a su paso lugares inmersos en el silencio.

[Daniel Alarcón]: La casa productora detrás de “Bukele, el señor de los sueños” es Radio Ambulante Estudios. Y tenemos otros dos podcasts que deberías escuchar. Cada martes, publicamos Radio Ambulante. Historias de familias, de migración, de aventura, de amor. Y cada viernes, sacamos El hilo, donde cubrimos y explicamos a fondo una noticia impactante de América Latina. Busca Radio Ambulante y El hilo en tu app de podcasts preferida.

[Silvia]: Estamos de vuelta. Un mes después de la irrupción de Bukele con militares en la Asamblea, la Organización Mundial de la Salud declaró que estábamos en una pandemia. El periodista Gabriel Labrador, a quien han escuchado en los episodios anteriores, dice que esto a Bukele le vino como anillo al dedo. Podía redirigir la atención negativa hacia sus aciertos en el manejo de la crisis sanitaria. Y para lograr esta distracción, empezó a tomar decisiones bastante rápido.

[Gabriel Labrador]: Causó sorpresa que la primera reacción de un país pequeñito, un gobierno tan pequeño se lo tomara tan en serio este problema que parecía mundial y que parecía algo muy lejano todavía.

[Audio de archivo, Bukele]: Hemos decidido declarar cuarentena para todo el territorio nacional. 

[Gabriel]: Vino la primera cadena nacional en la que dijo que iban a tomar las primeras medidas drásticas. Y fue que anunció la suspensión de clases y el cierre de fronteras. 

[Audio de archivo, Bukele]: No fue una decisión que se ha tomado a la ligera. Se ha tomado en consulta con especialistas, se ha tomado en consulta con miembros del gabinete…

[Gabriel]: Eso fue el 11 de marzo. Un miércoles. Y fue de las primeras decisiones que tomaron los gobiernos en Latinoamérica y en el mundo.

[Silvia]: En la cadena nacional todo se veía muy bien planeado, dice Gabriel, pero en la práctica la realidad era un poco caótica, por lo rápido que se estaba moviendo todo. 

[Gabriel]: El propio presidente decía que había que actuar rápido y que probablemente iban a caer en errores y que iban a cometer, digamos, algunos deslices. Pero él prefería, según lo que decía, era equivocarse haciendo cosas.

[Silvia]: A los pocos días de anunciar las primeras restricciones, Bukele le pidió a la Asamblea que aprobara un estado de excepción para enfrentar la pandemia. Y lo hicieron. En la práctica, eso restringe derechos constitucionales. En este caso fueron el libre tránsito y el derecho a la reunión. 

A finales de marzo, Bukele decretó una cuarentena residencial obligatoria de 30 días. Y las consecuencias de no cumplir con las medidas se empezaron a sentir rápidamente. El primer día de esta cuarentena, la policía detuvo a casi 300 personas por supuestamente violar el confinamiento. Esas detenciones arbitrarias continuarían durante meses. La policía y los militares metieron a miles de personas en lo que llamaron “centros de contención”. Eran hoteles, gimnasios y otros lugares transformados en sitios donde recluían a las personas que no cumplían con el confinamiento. Bajo el estado de excepción, las autoridades podían obligar a las personas a ir a estos centros. Muchos no tenían condiciones básicas.

[Gabriel]: Los baños, sanitarios, colapsaban. La alimentación era pésima, no tenían donde dormir, el calor insoportable, etcétera… La justificación de Bukele era: es mejor hacer esto a no hacer nada. Es mejor detener a todos los que son sospechosos de tener el virus a que tengamos contagios que no podamos contener. O sea, Bukele yo creo que a sabiendas de que El Salvador es un país pobre, con poco presupuesto, optó por el manodurismo, es decir, por olvidarse de los derechos humanos y por marcar la tónica de lo que vendría mucho tiempo después, o sea, de que en realidad los derechos humanos, esta idea de que los derechos humanos son solo un estorbo cuando se quieren hacer bien las cosas. Y mucha gente compró esa idea y comenzó a ver a Bukele como ese papá protector que te pega porque te quiere. Y esa fue una idea que cualquier comunicador especialista puede detectar en toda su hilo de comunicación. O sea, cómo Bukele te dice que sos un niño rebelde y por tanto necesitas un par de golpes para sobrevivir en este momento. 

[Silvia]: Y Gabriel dice que los mensajes de Bukele eran alarmistas.

[Gabriel]: Apelaban al temor. Y creo que ese era el juego un poco psicológico mental al que jugaba el presidente. Mejor le meto miedo a la gente para que se quede en su casa. Y así era como como constantes mensajes de: Tenga miedo de su vecino, tenga miedo a su vecina. No, no salga por nada del mundo. La economía vendrá después, etcétera. 

[Eliezer]: Esto que dice Gabriel sobre la economía es importante porque, en medio de las detenciones arbitrarias y el estado de excepción, Bukele anunció varias medidas económicas que lograron distraer de las críticas por su mano dura. De hecho, llamaron tanto la atención, incluso fuera de El Salvador, que se hicieron virales.

[Audio de archivo, presentador 1]: Nayib Bukele lo está haciendo de nuevo. 

[Audio de archivo, presentador 2]: Después de declarar la cuarentena en su país, con apenas unos casos…

[Audio de archivo, presentador 3]: Puso un apoyo económico de 300 dólares al 75% de los hogares salvadoreños. Además, se suspendieron por tres meses los cobros de luz, agua, teléfono, cable, hipotecas y alquileres. Bukele le pidió a los empresarios aceptar perder parte de su riqueza para asegurar la salud de todos.

[Eliezer]: En mayo de 2020 el Gobierno empezó a distribuir paquetes de alimentos a personas que vivían en comunidades con extrema pobreza. Y este programa continuó… Dieron más de tres millones de paquetes de alimentos. La gente que los recibía decía que nunca un presidente se había preocupado por ellos. Que Bukele les daba de comer. 

Y el Presidente se aseguró de mostrar la generosidad de su Gobierno. En su página oficial de YouTube hay varios videos, producidos como anuncios publicitarios, donde muestra a militares preparando y entregando paquetes de alimentos.

[Gabriel]: Lo que hacía Bukele para contener ese impacto, digamos, su popularidad por el encierro, etcétera, era hacer mucha propaganda sobre este tipo de medidas.

[Eliezer]: Y explicarlas en un lenguaje muy sencillo. También le concedió una entrevista a Residente, de Calle 13…

[Audio de archivo, entrevista Residente y Nayib Bukele]

[Residente]: Ahí estamos.

[Nayib Bukele]: Hola, mi amigo. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?

[Residente]: ¿Cómo estás? ¿Todo bien? Todo bien. Todo bien.

[Nayib Bukele]: Un saludo a toda la gente que está conectada a este, a este Instagram Live…

[Gabriel]: En ese momento tenés a un presidente muy popular, que está causando ciertos titulares en el mundo. Y tenés a un artista, digamos, con el mote de contestatario y rebelde. Y entonces sale Bukele con la cachucha, la gorra para atrás y trata a Residente como amigo y que no, que qué bien que están hablando. 

[Audio de archivo, entrevista Residente y Nayib Bukele] 

[Bukele]: Hemos hecho una moratoria legal de tres meses sin pagos de agua, tres meses sin pagos de luz, tres meses sin pagos de teléfono, tres meses sin pago de alquiler de casa…

[Gabriel]: Y entonces Bukele empieza a explicar todas las medidas que está haciendo en El Salvador, que como digo ya eran como de vanguardia o parecían de vanguardia. 

[Eliezer]: Después de casi 40 minutos de hablar sobre la pandemia, Residente cambia de tema… radicalmente. 

[Audio de archivo, entrevista Residente y Nayib Bukele] 

[Residente]: Como para aprovechar para conocerlo más, este, yo también buscando información, encontré ahí un poco, y algo que me comentaron en una de las preguntas, este, para yo entender…. Por qué… ¿qué fue eso de los militares? ¿Por qué metió a los militares al Parlamento? ¿Cuál era el objetivo de hacer algo así? Esa noticia salió por todas partes.

[Nayib Bukele]: Sí, la vi. Sí, claro.

[Residente]: Y entonces la….

[Nayib Bukele]: La vi en persona.

[Residente]: Sí. Entonces no sé si de qué se trataba eso… si era antidemocrático… Etcétera, etcétera. Por ejemplo, si eso ocurre en mi país, pues imagínate, saldríamos a las calles, pero pues no sabemos de por qué fue… por eso quiero saber de de la de la…

[Nayib Bukele]: Sí. En este caso la gente si salió a las calles, pero la gente salió en las calles, en, en ,en apoyo a la a lo que estábamos haciendo 

[Eliezer]: Habían pasado menos de dos meses del 9 de febrero. Entonces, para empezar a explicarle a Residente por qué entró a la Asamblea con militares, Bukele le cuenta que antes de que ellos llegaran al gobierno, El Salvador era el país más violento del mundo. Recordemos que la excusa para convocar a sus seguidores y a los diputados el 9 de febrero fue un presupuesto para el llamado Plan Control Territorial  que prometía acabar con las pandillas. Algo que Bukele le dice a Residente que ya está dando resultados.

[Audio de archivo, entrevista Residente y Nayib Bukele] 

[Nayib Bukele]: Bueno, ayer no hubo homicidios, ni siquiera lo anunciamos. Hoy ya vamos… llevamos el día sin homicidios. Tampoco lo hemos anunciado porque la toda la prioridad del gobierno está enfocada en el virus. Pero hemos bajado la delincuencia muchísimo y necesitamos recursos… 

[Eliezer]: Y luego, para justificar que usó militares, Bukele dice que en todos los países de Latinoamérica es común ver al ejército golpeando al pueblo. Pero en El Salvador, dice, ahora es al revés.

[Audio de archivo, entrevista Residente y Nayib Bukele] 

[Nayib Bukele]: En El Salvador el ejército apoya al pueblo y entonces cuando tú ves a los soldados del lado del pueblo hacia los políticos es un escándalo.

[Eliezer]: Como dijo en su discurso afuera de la Asamblea el 9 de febrero, Bukele le explica a Residente que él había prometido que iría a protestar con la gente, si hacía falta.

[Audio de archivo, entrevista Residente y Nayib Bukele] 

[Nayib Bukele]: Entonces yo lo prometí y lo cumplí. Claro, eso se ve raro para para la formalidad y la hipocresía de la política donde siempre la policía y el ejército tiene que estar en contra del pueblo. Y se ve raro cuando la policía está a favor del pueblo. Como te digo, no hubo un golpeado… nada. ¿Por qué? Porque la gente estaba aplaudiendo a los soldados y a los policías, porque estaban con el pueblo. Y eso no se ve en otro país. Pero en El Salvador sí.

[Gabriel]: Esa entrevista me parece que es un punto de inflexión en el sentido que él se dio cuenta que tenía que comenzar a compensar el deterioro en su imagen y cómo demostrarle al mundo de que en realidad las cosas que estaba haciendo no eran tan descabelladas o que tenían una justificación.

[Eliezer]: Y esta vez, parece que funcionó. Así respondió Residente cuando Bukele termina de contestar la pregunta sobre el 9 de febrero:

[Audio de archivo, entrevista Residente y Nayib Bukele] 

[Residente]: No, esa es la respuesta más clara. O sea, lo tengo mucho más claro…

[Eliezer]: Lo había conseguido. Resignificó los hechos con un relato distinto: lo que desde afuera se vio como una amenaza a la división de poderes, en realidad, había sido un acto de lealtad al pueblo, con unas fuerzas armadas que –solo en El Salvador– están del lado de la gente. 

Esta entrevista fue una muestra de que no importaba qué tan autoritarias fueran sus acciones, Bukele podía encontrar una justificación lo suficientemente convincente para las personas que ya había conquistado.

[Silvia]: Como escuchamos hace un momento, en la entrevista con Residente, Bukele resaltó que los homicidios estaban bajando. Y tenía razón. En parte, era una tendencia que venía desde el 2016, una baja gradual. Pero la pandemia reforzó esa disminución. En parte por las condiciones que mencionamos antes: una cuarentena muy estricta, que si rompías, la policía o el ejército podían detenerte y llevarte a un centro de contención. Bukele decía que también tenía que ver con el Plan Control Territorial, su proyecto para luchar contra las pandillas. Pero a finales de abril…

[Gabriel]: Teníamos un mes de encierro. Hubo 76 homicidios en cuatro días. O sea, esto es alarmante. Esto fue como… No tenía precedentes. 

[Audio de archivo, periodista 1]: Crímenes atribuidos a las maras, que en el país cuentan con unos 70,000 miembros.

[Audio de archivo, periodista 2]: Ningún funcionario, ni el propio Bukele, ha señalado cuál es la razón que ha elevado a las pandillas a elevar la cifra de asesinatos en este corto tiempo.

[Silvia]: Pero la respuesta del Gobierno a estos homicidios fue inmediata.

[Gabriel]: En ese momento, abril de 2020 circularon a nivel nacional e internacional, en Internet, por todas partes. Estas imágenes que luego serían icónicas y con las que se marcaría a El Salvador en la era Bukele.

[Audio de archivo, periodista 3]: Imágenes inéditas. Miembros de distintas pandillas juntos en una misma celda.

[Audio de archivo, periodista 4]: La Dirección de Centros Penales mostró, a través de Twitter, fotografías de pandilleros de la Mara Salvatrucha y también de Barrio 18, juntos, y escribieron la frase: “el Estado se respeta”.

[Silvia]: Y no solo los estaban mezclando. Las autoridades también publicaron imágenes de pandilleros sin camiseta, con las cabezas completamente afeitadas, las manos por detrás o sobre la cabeza, sentados muy pegados uno detrás de otro.

[Gabriel]: Son imágenes que aquí se leen de manera muy distinta a como se leen en buena parte del mundo, creo yo. Mientras que aquí se celebran ese tipo de imágenes por el daño que han provocado todas estas pandillas, esos videos y esas tomas provocaron una conmoción internacional, y creo que pusieron a El Salvador en el mapa nuevamente. Paralelo a esta idea de que Bukele era un millennial y un sangre fresca en política, estas imágenes comenzaron como a chocar con eso: ¿Cómo alguien tan joven puede cometer lo mismo que se hacía antes? ¿No?

[Silvia]: O sea, lo que habían intentado otros gobiernos: la mano dura. La versión de Bukele era más visible gracias a las redes sociales y la intensidad con las que las usaba. Hizo de la captura y la prisión un acto publicitario, como cuando la gente asistía a las plazas para ver castigos ejemplares, un espectáculo de revancha colectiva. 

Además de mezclarlos, el Gobierno también instaló láminas de metal para sellar celdas. Y Bukele autorizó, vía Twitter, el uso de la fuerza letal. Es decir, le dio permiso a los agentes de seguridad para disparar a reclusos o sospechosos en defensa propia o para proteger a los ciudadanos.

[Eliezer]: Después de este repunte a finales de abril, los homicidios de nuevo bajaron. En junio Bukele cumplió su primer año como presidente, y a pesar de lo que pasó en abril, en general, los homicidios se habían desplomado a niveles históricos en ese año. El Gobierno, claro, lo atribuía a su plan, a tener a más policías y militares en el terreno, a haber reforzado la seguridad en las cárceles… Pero empezaron a surgir sospechas sobre qué estaba causando, en realidad, esta disminución tan dramática.

[Gabriel]: Comienza a ser evidente que la explicación, más que la pandemia, que por supuesto influyó, tenía que ver con elementos extraños. Elementos que no comprendíamos y que no estaban en la mesa de discusión, en el debate. Muchos expertos en temas de criminalidad, politólogos, expertos en derechos humanos comenzaron a cuestionar, por ejemplo, si el Plan Control Territorial era tan exitoso, ¿por qué no había, por ejemplo, tantos decomisos de armas de fuego? Armas largas. ¿Por qué si se hacían redadas y se estaba combatiendo a la pandilla, por qué en los tribunales no se veía eso? No se veía reflejado que había tanta cantidad de pandilleros procesados por diversos tipos de delitos. El delito que más se ocupaba era el de asociaciones ilícitas. 

[Eliezer]: En términos simples, esto significa ser parte de un grupo, con cierta estructura, que se junta para cometer delitos.

[Gabriel]: Uno supondría que cuando hay una investigación y cuando el Plan Control Territorial está funcionando, es que los delitos que vas a ver retratados en los tribunales son homicidios, extorsión, secuestro, que sé yo. Pero no había muchas investigaciones de eso.

[Eliezer]: La respuesta a por qué Bukele había logrado reducir los homicidios llegó en septiembre de 2020: El Faro, el periódico donde trabaja Gabriel, reveló que Bukele había estado negociando con pandilleros desde junio de 2019. Él les daba privilegios en prisión, a cambio ellos reducían los asesinatos y le decían a la gente en sus territorios que votaran por su partido, Nuevas Ideas, en las elecciones legislativas que vendrían más adelante. Esto de negociar con las pandillas era algo que otros gobiernos habían hecho y El Faro también lo había destapado. Llevan años cubriendo a las maras. Así que han mantenido una relación profesional con fuentes que son parte de estructuras de pandillas, y también con fuentes que trabajan en el gobierno.

[Gabriel]: Hasta que se abrió una información tremendamente importante que era los propios documentos del gobierno de la República, con reportes escritos de los carceleros hablando de que entraban funcionarios a las cárceles a hablar durante tanto tiempo con el líder tal de la estructura MS13, la Mara Salvatrucha. Y así más de 100 documentos firmados, sellados. Y como que todo comenzó a cuadrar y a explicar. Y por supuesto la reacción de Bukele fue desmeritar el trabajo, decir que todo mundo sabía que él trata mal a las pandillas. Entonces su idea era eso, como combatir la narrativa con otra narrativa y crear la duda.

Y eso, al menos en ese sentido, yo creo que el Gobierno ha sido bastante hábil en atacar a El Faro y no atacar la investigación con sus argumentos, con sus evidencias. 

[Eliezer]: Su estrategia fue atacar al mensajero. Y la narrativa le ha funcionado a Bukele. Crea una disonancia cognitiva, dice Gabriel. Por un lado hay un medio serio revelando información sobre un pacto, y por otro está el presidente en Twitter exhibiendo cómo tratan a los pandilleros en las cárceles. 

Este conflicto entre dos informaciones contradictorias no fue difícil de resolver para la sociedad salvadoreña. Una sociedad que ha vivido bajo el terror de la extorsión y la violencia de las pandillas. Uno prefiere creer aquello que le conviene, y lo que hacía el presidente estaba funcionando. Más adelante en esta serie vamos a dedicar un episodio entero a la guerra de Bukele contra las pandillas.

[Silvia]: Bukele controlaba la narrativa, sí. Seguía siendo muy popular a pesar de estas revelaciones. Pero por detrás, mientras atacaba a los periodistas y negaba todo, la justicia empezó a actuar.

[Gabriel]: La Fiscalía, cuando El Faro reveló estas investigaciones, tomó cartas en el asunto y llegó a los centros penales a decomisar mucha información, computadoras, discos, documentos… Y eso por supuesto que provocó un cisma político en el gobierno, porque era una amenaza a la estabilidad del propio gobierno, en el sentido que si se descubre o si se descubría o de repente si el fiscal imputaba cargos contra funcionarios por estas negociaciones, pues vaya crisis que se le hubiera armado al presidente porque era su arma potente, no, esta lucha contra las pandillas. Y al cabo de un tiempo y ya estos fiscales comienzan a sentir el acoso de parte del gobierno. 

[Silvia]: Es que no solo estaban indagando sobre estas negociaciones con pandilleros, en esos meses la Fiscalía también empezó a investigar al gobierno de Bukele por contratos irregulares durante la pandemia. Medios como Salud con Lupa, El Faro y Gato Encerrado revelaron varios casos de corrupción desde los primeros meses de la crisis sanitaria. Y para agosto de 2020, el Tribunal de Ética Gubernamental, una institución pública, había recibido 124 denuncias sobre el mal uso de fondos durante la pandemia. Un 90% de esas denuncias involucraban al poder ejecutivo, según el director del tribunal. En noviembre de ese año, fiscales allanaron las oficinas de los ministerios de Salud y Hacienda.

[Gabriel]: Tenemos un fiscal que es incómodo al gobierno. Entonces el gobierno intenta minarlo, pero para eso tiene que conseguir votos suficientes en el Congreso para poder, pues tener margen de maniobra y nombrar a alguien, digamos, más amigable para el bukelismo.

[Silvia]: Pero además de la Fiscalía, la Sala de lo Constitucional también venía hace meses incomodando al Gobierno de Bukele. Habían anulado algunas de sus medidas para combatir la pandemia.

[Gabriel]: Y por eso es que Bukele armó toda una narrativa contra ellos acusándolos de genocidas y acusándolos de que estaban en contra del pueblo salvadoreño. Y hasta hay un audio por ahí en el que presidente dice: “Bueno, si yo fuera dictador…”

[Audio de archivo, Bukele]: ¿Qué? ¿Dictador? Los hubiera fusilado a todos o algo así, si fuera de verdad un dictador. Salvas mil vidas a cambio de cinco, ¿no? Pero no, no soy dictador.

[Silvia]: Se está refiriendo a los cinco jueces de la Sala de lo Constitucional.

[Eliezer]: Esta, entonces, es la previa a una votación crucial: las elecciones legislativas de febrero de 2021 que mencionamos antes. Había mucho en juego. Para Bukele era la oportunidad de tomar control de la Asamblea si su partido, Nuevas Ideas, lograba una mayoría de escaños. Y todo indicaba que iban a lograrlo. Aunque sí tuvieron algo de oposición. 

La abogada Bertha Deleón, a pesar de todos los ataques, se presentó como candidata para la Asamblea por un partido pequeño que se llama Nuestro Tiempo.

[Bertha]: Era como: “Bueno, tengo una agenda clara que quisiera impulsar como diputada”. Obviamente también buscaba el fuero porque yo sabía que estos no me iban a dejar tranquila. Entonces era como bueno, esta es mi último intento de seguir luchando en El Salvador.

[Eliezer]: Hizo una campaña muy crítica frente a Bukele. Así empezaba uno de sus mensajes publicitarios:

[Audio de archivo, spot publicitario campaña Bertha]: Dijiste que el dinero alcanza cuando nadie roba, y a vos no te alcanza el pisto; que ibas a ser el gobierno más transparente de la historia, y todos los días aparecen casos nuevos de corrupción…

[Bertha]: Digamos, yo sabía que estaba dándolo todo, o sea, era todo o nada y simplemente di todo y creo que por eso también estoy como tranquila ahora, porque yo digo yo hice hasta lo imposible, por quedarme, por luchar, por seguir y tal, y pues perdí.

[Eliezer]: El día de la votación, más de 19,000 personas marcaron el rostro de Bertha en la papeleta. Pero no alcanzó para ganar el escaño. Nuevas Ideas, en cambio, arrasó.

[Audio de archivo, periodista 5]: El presidente Nayib Bukele logró consolidar el poder con un triunfo sin precedentes.

[Audio de archivo, periodista 6]: Por lo que no necesitaría aliarse con ningún otro partido político para aprobar leyes de presupuestos, ni para elegir a magistrados de la Corte Suprema de Justicia o al Fiscal General de la República entre otros cargos clave.

[Eliezer]: Nuevas Ideas y sus partidos aliados sumaron 64 curules, más de la mayoría calificada. O sea, más de dos tercios de la Asamblea iba a estar controlada por ellos. Para Bertha, esta victoria tan contundente de Bukele era la señal de que no le quedaba otra opción que irse del país.

[Bertha]: La verdad yo sabía que me tenía que ir desde que hicieron el conteo final y perdí. Sentía que ya el monstruo me estaba respirando aquí y la y, o sea, la gente me decía: “O sea, ya no hay más que hacer. O sea, ya le tocaste mucho los huevos al tigre, ya no hay remedio, simplemente busca para donde irte”. Y pues no me arrepiento por más que haya sufrido lo que ha pasado y que mi familia también lo ha sufrido, no me arrepiento de haberme desvinculado de él.

[Eliezer]: Unos meses después de las elecciones legislativas, la Corte Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a favor de Bertha. La Corte consideró que por ser una voz crítica del Gobierno, estaba en una situación que describió como de “gravedad y urgencia”. Y aún así, Bertha decidió irse del país. Pidió refugio en México. Y se lo dieron.

[Carlos Araujo]: El día que gana la asamblea, o sea que rompe ese candado de la mayoría calificada. Es donde si yo ya digo: “Uy, esto si ya va en serio”. 

[Silvia]: De nuevo Carlos Araujo, a quien ya hemos escuchado en esta serie, y que trabajó con Bukele durante su tiempo como alcalde de San Salvador. Cuando le preguntamos en qué momento empezó a preocuparse de verdad por el autoritarismo del presidente, no mencionó el momento en que Bukele entró a la Asamblea con militares, ni cómo manejó la pandemia… Nos habló de esto: de cuando Bukele logra el control de la Asamblea, y en específico, lo que hizo el primero de mayo de 2021, en la primera sesión plenaria gobernada por el bukelismo.

[Carlos]: Porque el primer acto de ese poder lo demostró ese día. El primer acto que hacen es destituir al fiscal. O sea, su objetivo era detener los escándalos que iban a darse a raíz de lo que venía desde la Fiscalía General de la República y había que callar eso. Y lo hizo.

[Silvia]: La Asamblea destituyó al Fiscal General de la República, Raúl Melara, y a los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional. Gabriel nos explicó que lo hicieron de manera irregular.

[Gabriel]: Sin seguir ningún procedimiento que podríamos considerar propio de un Estado de Derecho, porque ni siquiera hubo audiencia, ni siquiera se escuchó a  las personas involucradas.

[Carlos]: O sea, las dos destituciones fueron totalmente ilegales y era para poder detener todo el señalamiento y ya ya un procedimiento institucional sobre la corrupción y el pacto que él tenía con las pandillas en ese momento.

[Silvia]: Muchos de los fiscales que estaban investigando esas negociaciones se terminaron exiliando.

[Gabriel]: Estos fiscales se imaginaron de que si ellos sabían tanto y que tenían en sus manos las pruebas con las que el gobierno Bukele había negociado en secreto a espaldas de los salvadoreños, con los líderes de pandillas no les quedó otra que salir, pues.

[Silvia]: Carlos dice que lo que vino después de esto fue una ruta de concentración de poder.

[Carlos]: Y de desmantelamiento de la institucionalidad del país. Es que no hay una institución que no esté sometida, unos porque quieren y otros por temor. Pero no hay una sola institución en este país, en este momento, que no esté sometida bajo el terror de la presión que tiene el Gobierno.

[Silvia]: Bukele logró concentrar los poderes del Estado en menos de dos años como presidente. Aunque hacerlo de forma tan evidente le costó su idilio con la comunidad internacional, ya herido por el 9 de febrero. Países europeos, Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos… Todos mostraron su preocupación porque el rumbo autoritario que estaba tomando Bukele ahora estaba más claro que nunca.

Pero no se tardó en, de nuevo, mover los reflectores para desviar las críticas. Ya con control de todos los poderes, Bukele puso en marcha oficialmente el comienzo de una política que le permitió presentarse como el joven presidente contra el establishment global, un crypto bro abierto a la inversión extranjera de los que buscan escaparse del sistema financiero tradicional y vivir una fantasía crypto.

En el próximo episodio…

[Nelson Rauda]: Bitcoin es una de las primeras políticas de Bukele. Que hizo ya con la democracia desmantelada. No podrías hacer esto en una democracia. 

[Roman Martinez]: Bitcoin Beach demostró que Bitcoin podría ser esa herramienta inclusiva para dar más oportunidades, para traer más turismo, más inversiones.

[Wilfredo Urias]: Por el momento no ha sido inclusivo. ¿Verdad? Entonces hay más oportunidades para inversionistas y menos oportunidades para la gente local.

[Silvia]: Esta serie fue realizada gracias al apoyo del Pulitzer Center on Crisis Reporting, Free Press Unlimited, Artículo 19 México y Centroamérica, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y Dejusticia. Además, agradecemos a la FLIP por la asesoría y la revisión legal, y a Riesgo Cruzado, por su valioso apoyo en materia de protección y seguridad.

Los productores y reporteros de Bukele: el señor de Los sueños somos Eliezer Budasoff y yo. Gabriel Labrador es nuestro reportero y productor en terreno. Para este episodio contamos con la ayuda de David Trujillo. Desireé Yepez es nuestra productora digital. Daniel Alarcón y Camila Segura son los editores. Carlos Dada es nuestro consultor editorial. Los verificadores de datos son Bruno Scelza y Desireé Yepez. Selene Mazón es asistente de producción. El tema musical, la música, mezcla y el diseño de sonido son de Elías González. El diseño gráfico y la dirección de arte son de Diego Corzo. El desarrollo web es de Paola Ponce. Gracias a Jonathan Blitzer por su apoyo.

Bukele, el señor de Los sueños es un podcast de Central, el canal de series de Radio Ambulante Studios.

Desde Radio Ambulante Studios, las directoras de producto son Natalia Ramirez y Laura Rojas Aponte,y contaron con la ayuda de Paola Alean. El equipo de audiencias y producción digital está formado por Samantha Proaño, Ana Pais, Analía Llorente, y Melisa Rabanales. La gestión de prensa y comunidades es de Juan David Naranjo.

Camilo Jiménez Santofimio es director de alianzas y financiación. Carolina Guerrero es productora ejecutiva de Central y la CEO de Radio Ambulante Studios. 

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Soy Silvia Viñas. Gracias por escuchar.